DE MIS CADERAS AL CENTRO DE MI TIERRA

Sin intensión de ocultar
las sensuales pretensiones
que mis ansias engendran
se vuelven libertinas,
con el simple hecho de tocarte,
y el dionisíaco desenfreno
atrapa a mi sosiego,
agitando a la serenidad
que oscila sin recelos
dejándose alcanzar para tu provecho,
eres viento que yergue las puntas
que se endurecen con el leve soplo
que de tus labios se desliza,
roces de tu aliento…..
oxígeno……
Atravesando mi interior
atizando mi fuego
encumbrando mis anhelos
 y te  entrego la insensatez
que corona a mi inventiva,
porque esta locura me hace ser ligera,
presta a tu hambre,
siempre que  tu pasión embarga
a mi lujuria y me enreda…..
….. Entonces ……..
La proclamo,  revelándote
cada una de las intenciones,
que en mi mente se anidan,
y por mis poros brotan
para que dibujándolas en
tu piel enardecida
seas el dueño de mis
concupiscentes fantasías,
¡Las abrazas!.........
Apretándolas en demasía
ciñéndolas en tu sinrazón,
más sin oprimirlas, ¡Las acaricias!
Las reproduces con la locura
que te domina, subyugándome
con los placeres que me invitas,
me respiras, me absorbes,
descollando de sobremanera
los antojos que por ti flotan
brotando sin mesura,
y allí están…… los siento
bajando por mis caderas,
hasta llegar al centro de mi tierra.