LA HUMEDAD DE TU CUERPO SACIA MI HAMBRE

Enlazada a la sensualidad
que transpiras, en ti me enredo
aprisiono tu pecho
con la fuerza de mi pasión,
para empalmar-me en tu pecto
y envuelta en tus brazos,
quedo anidada a tus deseos,
alojando mis ganas en ti,
para albergar tu hambre
en las apetencias que entrego
abrigándolas sacio mis ansias
me sujeto a tu naturaleza
como al mundo que quiero,
y colgándome a tus poros
con uñas y dientes me apodero
de tus concupiscentes anhelos,
desgranando tu lascivia
grano a grano hasta crear las fibras
con las que tejo tu erotismo
en mi piel encendida,
ardiendo,  sin quemarme con tus roces
sólo rozarme con tu fuego,
y con el mismo vaivén de mi viento
moverme con tu aliento,
seguir a tu ritmo cardíaco
para que a mi sangre acompases
con el soplo que expele tus besos
¡Me besas!
Muerdes mis labios con vehemencia
y tu lengua se pierde en mi cielo
buscando el cóncavo al que desea
adherirse, bregando en silencio
patinando en la acuosidad
del eje que hace oscilar a mi vientre
y andando a la deriva,  ¡Me mueve!
A merced del vaivén de tu cuerpo
dejando que me agiten las aspas
que se arremolinan en todos mis jadeos
a la par de los acordes de los ósculos
que redimen a la espontaneidad
del eco que muerdo de tus belfos.