MUÉRDEME

En la mudez de la noche
mi voz crea el eco del deseo
para llamarte a mi lecho,
y en mis fantasías el insomnio
se apodera de mi sosiego
vistiéndolo con la oscuridad
del silencio, sólo lo arropo
con el oscuro enmudecimiento
de la noche,  y sin confundir mis ideas
enardezco con tus instintos,
y  sabor de mis besos,
invaden todos mis espacios,
entonces……
Doy rienda suelta a las ganas
de tenerte pegado a mi pecho,
respirar-te…… Aspirar-te……
Engullendo sin recato
el aroma de las concupiscentes
caricias que derramas
a diestra y siniestra en mi plano,
y exhalarlas moviendo las cruces
del anverso de tus anhelos,
meciéndome y  endureciendo
mis aristas con el roce
de la franja que alevosa resbalas,
de norte a sur sin recelos
sin misterios, libremente
con el albedrio puesto en el vértice
que me atrapa acunando
en mi interior lo que expeles
y te estrecho entre mis brazos
oliendo tu calor, sin quemarme
encendiendo mis sentidos
y avivando a mis sentires,
mientras el fuego de tus emociones
me recorre pasando de un extremo
al remate del camino donde
abres las alas y blandes mi sensualidad
que va dejando todas tus huellas
mientras abrasas la inquietud
que me hace oscilar sin  conciencia
y sin postergar mis deseos,
espero al viento que apresa
a mi cuerpo retozando con mis poros
hilvanando en cada resquicio
las pinceladas de tus dedos
que juegan con la pulpa
que te sabe a fruta tierna
y la muerdes……
Desafiando a tus afanes
para prolongar tu brega.