SEDUCCIÓN EN SOLITARIO

Me sentía con los ánimos un poco acelerados, por mi cabeza rondaban vivencias,  miles de imágenes se agolpaban en ella recordando las veces que estuvimos juntos, cerré los ojos para verte, abrí las manos para sentirte y tu olor como un halo de sensaciones invadió mi olfato,  te respiraba y mis sentires comenzaron a convulsionarse, fuertes latidos hacían retumbar la sangre por mis venas,  te tenía junto a mí, en mi cama, tocando el pentagrama que en el espejo se reflejaba,  entonces comencé a deslizar mis dedos por mi cuerpo imaginando los tuyos, sintiendo el calor de tus huellas, palpe mis labios con el viento de mis movimientos,  evocando tu boca, tu lengua me acariciaba, humedad que incitaba mi lujuria, toque mis senos con una suave caricia que excitó mis emociones, me miré en el cristal cómplice de mis intenciones, entonces…… imaginándote encima de mí tome el artilugio que emulaba tus vibraciones y pasándolo suavemente por cada pliegue sometido a mis antojos, provoqué estimularme,  incitando mis ganas de  tenerlo dentro, deslicé el duro extremo que hacía eje con la abertura que lo esperaba, fui acariciando cada reborde impregnado con el rocío que fluía de la depresión de entre mis piernas y poco a poco lo fui haciendo parte mía, meciendo mis caderas con el vaivén de la sensualidad que se apoderaba de mi meneo que cada vez eran más intensos, lo introduje más…… Te sentía aun sabiendo que era el sintético acero que moviéndose alternativamente de un lado a otro producía olas en el mar de mis anhelos, gemía de placer, jadeos que me enardecían avivando el deseo de culminar en tus brazos, con las emociones exaltadas exhale lentamente para descender de este vuelo en solitario.