ENTONCES AMOR, ¿SOÑAMOS?

No despiertes, sueña en el insomnio
con el que juntos nos engarzamos,
porque sin estar en la misma cama
nos pensamos, para sentirnos
cuerpo a cuerpo, desnudos,
haciéndonos el amor como soñamos,
desgarrándonos la piel con los dientes
y despojándonos de las inhibiciones
que se puedan enclaustrar en las manos,
desvistiéndonos con los labios,
porque no queremos más ropa
que los besos que estamos derramando,
así, imaginando  para tenernos;
haciendo que la inventiva crezca
con las ansias con las que nos al deseamos,
abre los ojos y dibújame a tu lado,
que tu cuerpo,  yo lo estoy pergeñando,
trazando en mi cama la sinuosidad
que nos une en cada meandro,
cuando me mueves con la cadencia
que hace oscilar nuestros planos,
y rodamos enlazados al son
de los acordes que empalman
la sensualidad  de esta pasión
que nos hace trascender
con solo extender los brazos,
quédate pegado a mis labios
tejido a mi piel,  urdido a mi pecho,
ceñido a mi talle y entre mis piernas,
quiero continuar sintiendo el calor
que tus poros emanan al tocarme,
disfrutando el develo al amarte,
y sintiéndote acariciar mi envés
con la humedad de tus labios,
mientras mis manos se pierden
en el vértice que tengo al lado.