A MIS SUEÑOS DESPIERTAS

Alevoso, altanero y
al mismo tiempo dadivoso
hombre que, a mis sueños despiertas,
contraste que a los mismos enaltecen
cuando pido ser manceba
entre tus brazos, tus piernas, tu pecho
y sentir esa franja que me desespera,
cuando anda sin consciencia
por cada parte que te anhela,
esta noche, otras noches cada noche
que embregados embargamos las consciencias,
y se pierden y se sorben con alientos
de besos que besando
transcienden nuestras tierras,
divulgando sus querencias,
en voz baja y el eco resuena
ensordeciendo de placer,
haciéndome temblar
con la altivez de tu insolencia,
sintiéndome vibrar
con el atrevimiento de la liviandad
de tus impulsos, que en mi cama
se convierten en convulsa fusión de fantasías,
recuperadas al respiro del aroma
destilado por nuestros cuerpos encendidos
que han vivido mil y una brega
y recorren y andan y lujuriosamente
vuelven a senderos donde el alba
de las caricias nunca acaba.