ABREVIANDO

En esa brevedad de espacio,
que  permanece  entre tu cuerpo
y el mío, sin querer existir,
porque en ti quiero adherirme
y tú en mi consentirte,
sí… Sumados en urdimbre,
en ese ínfimo espacio,  
aún existen infinidad de deseos,
no nacidos, no producidos,
que se agitan por salir,
dejemos que sean nuestras manos
y nuestros labios colmados de erotismo,
quienes los hagan venir a este mundo,
para que emerjan de anhelos no oprimidos,
de afanes que aún sin ser bregados
ya saben su jornada,
para plasmarlos en tu lienzo y en el mío,
y qué importa amor,
que en su tiempo sean fugaces,
o si su misma furtividad
disimulan la lujuria con sigilo,  
en el  nuestro jamás serán prescritos,
al contrario son, están, serán,
se abrirán como caminos despejados
que desde los poros emanarán
con la libertad de engendrarlos,
porque en ti encuentro lo que quiero
y tú en mi obtienes lo elegido,
y en el instante de frotar tu pecho
con mi seno erguido, haces explotar
las ansias que huelen su destino,
tú enredado en mis designios,
y yo tejida a cada uno de tus caprichos.