ACRECENTANDO DESEOS

 
Insurrecto amor, que mueve
mi ímpetu con su rebelde tacto
toda vez, cada vez que tus yemas
se hunden en mis formas,
despeñando las sales que aroman
tu esencia en mi ánimo,
sublevando mis ansias y emociones,
sin planearlo, tan solo dejando
fluir los deseos que en cúmulos
de fantasías se hacen viento
saciándose al sorber alientos,
al rozarme, al sentirme, al tocar
mis anhelos y abrazarlos,
para ser noria recogiendo
las humedades que se ciernen
en tu piel, en mi piel
y al transpirarlas van
cribando el roció condensado
en las cualidades intrínsecas
que braman sin líneas,
que hablan en silencio,
y si la noche sin luna no espeja
las sombras se borran,
tus ojos son vidrieras que presagian
el éxtasis sin quimeras,
cuando entre brazos
intensos jadeos incitan al tiempo
a detener los segundos
encontrando sin dilaciones
el canto de convulsos aleteos
siempre que a cuerpo
se mecen en tu boca caricias
que calman mi desasosiego
y es tu lengua la puerta al cielo.