ANDA... VEN

Anda amor, deja que sean
tus instintos los que hablen
pronunciando sin palabras
lo que quieres decirme,
que sea el eco de esas pautas
emitidas  con tus audaces dedos
el deletreo de cada desliz,
que serpentees al colgarte
por mi ávida naturaleza,
sedienta de saberte,
deseosa de sentirte abrazado
y enlazado entre mis piernas,
deja que tus  yemas anden libremente
por cada rincón de mi existencia,
hendiendo huellas que huelan
al vigor de tu hombría  
y sorbiendo  de mi cubierta
todas las ansias, que en mi despiertas
al tocarme, al rozarme, al cernir
esa complicidad que se genera
con el ímpetu de tus fantasías,
cuando al imaginarlas las visualizas
incrustadas en mi tierra,
transmíteme con tu inventiva
las faenas que se vuelvan quehacer
sensual endulzando mis arenas,
y encuentren el imperioso deseos
de ser tuya haciéndome vibrar
con las pulsaciones de tus latidos,
moviendo al tiempo y al espacio
hacia un infinito indecible
que sea verbo etéreo de estímulos
donde la libido sea esencia,
deja que nuestros cuerpos
enlazados encuentren juntos
el arpegio de todos los orgasmos.