APETEZCO

Soñándote, vi-viéndote, amándote,
pensando  y creando imágenes
que me lleven a tus brazos, 
para tejerme a tus fibras y urdiéndome
a tus poros, ser trama en la red
de tus anhelos y aparejo de mi vehemencia, 
sin artimañas ni más enredo
que él que  me hile a tus antojos, 
deseo puro y laico,  que aboliendo temores
se hace inmenso, borrasca que encumbra
al oxígeno del aire que respiras,
para yo inspirarlo desde el velamen
que iza a mis emociones 
en erecto sentimiento,   
dejar al viento este lúdico juego
de amores y encantos mágicos, 
que me hechizan y se hace 
tan placentero… 
Que gozo con el vigor de la arboladura, 
que al volverse verbo es sílice en mis arenas, 
y lo conjugo sin más tiempo,  
que el espacio de tu tiempo, 
haciéndolo cristal de roca
con la punta de mi lengua, 
y sin conciliar mis oníricos pensamientos, 
uno a tus deseos con mis anhelos, 
buscando la quintaesencia del incienso, 
que en mis arterias se vuelve tus latidos, 
y vibro, tiemblo, me envanezco 
de tal forma, 
que pongo entre nubes lo que encomias
con las yemas de tus dedos, 
con la cutícula de tus labios,
cuando tu húmeda lengua 
me habla en silencio,
y en su mudez me ensordece
con su sensual  serpentear, 
zigzagueando mi cuerpo.