BEBE MI ALIENTO...

Bebe mi aliento,
al tiempo que besas el ocaso
de mi orgasmo,
no permitas que la penumbra
de la noche sea cobijo en tus anhelos,
déjalos fluir, libres,  
refleja en el espejo de mis sensaciones
la irreverencia de tus deseos,
hazlo con la liviandad de los sorbos,
que tu lengua pueda darme con sus roces,
derrámalos sin desesperos,
así…
Yo destilaré tus jadeos, tus convulsiones
y en cada aspiración
en tu boca cataré tus antojos,
para seguir probando
la esencia de tus ganas
y un nuevo comienzo haga arpegio
sin más morada,
que la lasciva insistencia
de continuar bregando entre espasmos
sin motines, sin veredas
que coarten la concupiscencia
de las caricias engendradas
solo prologando el tiempo,
el estar entre abrazos, a cuerpo
  oliendo el aroma despedido
de desasosegadas fricciones
de este vuelo, sin descender
solo planear, surcar, esperando
seguir con el juego entre las manos,
en la boca, en tu centro, en el mío
sin mitades quiméricas
que se pierdan en vaguadas,
libertad de amarnos
en enteros siendo complemento.