DÉJAME DECIRTE...

Déjame decirte…
Quiero que, a mis deseos
los hagas amalgama de tus pretensiones,
aleación de tu sentir y mis caprichos,
fusión de fuego etéreo,
verbo indefinido sin límites,
sin caos ni estrofas vanas
que canten detrimentos,
para que en una sola voz
y al mismo tiempo nos fundamos,
en el infinito de la imaginación
sabernos sustantivos
con la armonía de lo deseado,
siendo signos sin abreviaturas,
huellas indelebles versando
lo que anhelas, lo que quiero,
lo que respiras y lo que tocamos,
Déjame decirte…
Que te quiero preso
en el desasosiego, que me abraza
en la inherente alevosía
con la que sorbes mi propio arrebato,
manifestando sin palabras
tan solo exhalaciones
del vigor de tu inconsciencia,
al tejerte en mi incoherencia,
quiero disfrutar el nerviosismo
que te aqueja, que te invade,
que tu boca calla más tu cuerpo tiembla,
 al contacto con mis ansias,
y con el irremediable culmen
que nos aguarda sin detenernos.