DUNAS EN TUS MANOS

Montículos suaves, botones erectos,
que levantas al tocarlos,
 con la sensación que en tus dedos
se vuelve deseo,
cada vez, toda vez,
que los deslizas entretejiéndolos
en mis anhelos, en tus antojos
los haces presentes
al son de su paso,
haciéndolos médanos
que entre humedades a flor de piel
les confieres tus ansiedades,
sorbiéndoles con labios ufanos
que en su meneo abril haces mayo,
tomando del néctar la miel que engulles,
saboreando entre labios,
placentero instante que aprecia tu lengua,
y que en mi regazo la alquimia
es tu esencia que voy alambicando,
moviendo el vicio de tenerte entre brazos,
mi pecho te pide, te quedas ceñido en mi plano,
sintiendo el calor que combustiona
mi cuerpo en tu cuerpo
me vuelvo candela, fuego de verano
tú eres la llama, que a mi piel condena,
destilando humedades
que a mi naturaleza calcina,
con los besos y caricias,
que vas derramando,
no tengo sentidos, los has atrapado
con el devenir de tu eufórico canto,
donde tu virilidad versa
una trova con brío fantástico
son notas de tus encendidos labios
que me están amando.