ENAJENACIÓN TOTAL

Mis puntas, botones en flor
 vértice en tus labios,
el cenit de tu cielo
la cima de mi tierra,
dos cuerpos friccionando
sus ansias y anhelos,
haciéndose complementos,
que se requieren con urgencia,
toda vez que el deseo se hace centro,
se hace espacio…
Si…
Sentir de los dedos las caricias
y de las caricias, el beso,
ósculo que sorbe el alevoso impulso,
que sin querer se presta a ser
el mimo que despierta,
los caprichos y antojos que sin voz
hace fiesta de placeres,
cuando a amarse no se acotan
solo liberan albedríos
para darse sin treguas,
sintiendo lo que el alma conlleva
cuando las emociones hablan,
y los sentidos se tejen con cadencia,
como las rémoras de tus yemas
que tientan cada forma donde acoplan
sus ganas, presagiando el desvelo
donde la noche no es luna
es vidriera de orgasmos
que se liban ya sin tacto.