ENVUELTOS EN SILENCIOS

Entrelazados somos cómo caracoles
confabulados en las vueltas del abrazo,
en los giros de miradas que imitan
terciopelos, cuando los reflejos de los iris
absorben nuestros pensamientos vesánicos,
buscando afanosamente ser la trama
de esta pasión incandescente,
que nos quema sin gastar el fuego,
que no apaga el viento de espasmos,
todo lo contrario…
Brisa cómplice, que lo atiza
sin aún moverse,
sólo respirando la inventiva,
que se crea con solo aspirar
lo que queremos inventarnos;
Es el aliento conjugado
de tu boca con mis labios
que acrecienta desplazando lo azuzado;
es la urdimbre del beso de lo hilado,
tejiéndose sin palabras, tan sólo
con caricias plenas gritando
la avenencia de lo no estipulado,  
supurando la esencia de lo enajenado,
vertiendo el embeleso de nuestro arrebato,
manantial de imágenes plenas
cubriendo nuestros planos;
Son las manos, son los labios,
que en la mudez derraman
borbotones de concupiscentes fantasías
creadas cómo alquimia en el éter no versado,
espacios que hablan con sonido
de las huellas que se imprimen
caminando por los ardientes campos,
dónde el elixir de lujuria nos empapa
calando las fibras de las emociones,
donde los antojos riman la trova
que cantamos en tonos que embeben
los gemidos y jadeos armonizados.