GESTÁNDONOS

Frente a ti,
diametralmente opuesta a tu pecho,
desciendo con ágil serpenteo,
acariciando las líneas
que sin unirte te enlazan a mi lecho,
donde sin estrías nuestras naturalezas
son la veta que inspiran
las alocadas fantasías
que germinan desde los sentidos
y crecen en la inventiva
creada con la insensatez
las dibujamos… Las coloramos
con tintes indelebles
que matizan nuestra libido,
oliendo a alquimia de esencias,
respiramos…
Me sujetas con el viril vigor de tu ímpetu
apretándome a tus formas,
sujetándome a tu albedrío,
mi tierra es tu cielo
y tu cielo es el universo
donde se originan todos mis caprichos,
no hay más infinito
que mirarnos a los ojos
y sentir las mieles que desbordan deseos,
silencio…
Mudez de ademanes que gritan anhelos
que se convierten en afanes plenos
con solo rozar tu aliento
en la comisura de los labios
que te están seduciendo.