INHERENCIA

 Cantaré pasión a tu oído
derramaré mis emociones
sin recato alguno,
plasmándolas en la sensible emotividad
de tu espalda, de tu pecho, de tus labios,
inventaré un lenguaje con el sonido
de mi voz, iré plasmándolo
letra a letra, punto a punto,
verbo a verbo y te haré mi sustantivo,
urdiéndote a mis poros,
con hilos de lascivia,
serás…
Inherente a mi piel, a mis sensaciones
inseparablemente mío,
te moverás con mis latidos
y en mis pulsaciones encontrarás
el ritmo de mi canto,
danzarás con el meneo que proclame
mis deseos, mis fantasías,
seré tan elocuente que te deleitarás
conmoviéndote con cada caricia
que el viento de mi aliento
disemine en tus sentidos,
agitándote, incitándote
con el calor adherido
al vigor que exhale al respirarte,
seremos dos danzantes sin juicio
enredados en el bullicio
que hormigueo produce en las entrañas,
con cada uno de los compases
que nuestros planos valsen,
mientras gemimos y jadeamos en silencio.