MUJER DE FUEGO

 
Imposible se me hace
finiquitar sensaciones,
cuando el ocaso silencia a la noche,
siendo tu cuerpo
manantial de albores
donde cada una de tus caricias
son principio y origen
de todos mis momentos,
de todos mis fervores,
no quiero apurarme
consumiendo los anhelos
que respiro de tu boca,
que sorbo de tu piel
y que bebo de tus ojos,
que engullo al besarte,
sería olvidarme que el apuro me ahoga,
quiero todo suave y vivaz
al mismo tiempo…
 Prefiero el alivio pausado
que derramas de tus yemas
que me deja sensaciones,
que las hace huellas,
cómo sentir la emanación
que transpiras al tocarme,
o las melosas humedades
que friccionan sinuosidades
cuando a desierto saben
por la falta de tus dotes,
más si son tus manos y tus labios
hendiéndolas con lascivos roces,  
no quiero estrangular deseos
ni manipular en solitario,
todo aquello que acrecienta
el querer tenerte
entre mis brazos,
tendido en mi cama,
pegado a mi pecho
y ser el febril embrujo
que hechice mis quereres,
te quiero completo,
que no te cuadre la cordura
que tu insensatez prefiero,
destilando fantasías
que alboroten mis encantos
para dártelos sin medida,
siendo mujer y fuego.