NIDO DE SENSACIONES

Y tú queriendo infiltrarte entre las vueltas
y entradas de  recovecos desconocidos,
buscas la forma de encontrar  en la estreches
impregnada con  húmedos anhelos,
en los bordes, esquinas y pliegues,
que te hará conocerlos,  tientas… Tocas…
Sientes y tus dedos agilizan el vuelo,
surcas en libertad todos los  rincones,
los deslizas lentamente,  en ciernes,
pero… deja de ser un roce cualquiera,  
en el instante que la savia brota,
desde los poros, para ser esencia,  
fluyendo  gota a gota,  cómo el rocío
que reclama tu boca…
Para beberlo y lo sorbes… Y lo tomas…
Y engulles el néctar destilado,
con el calor que  ha trascendido
a este mi plano,  para ser explorado,
por tus manos, tus labios, tu cuerpo
y espera por ti, desea de ti  percibir
los retumbes que te han hecho vibrar,
al tiempo que descubres sin disentir,
cada resquicio que has indagado,  
para luego…
Quede el sabor,  que sin haber cuajado
entre tus labios y lengua sea  alambicado
y al destilarlo,  se amalgame entre latidos,
que pulsen temblores haciendo su nido,
con el eje de tu tierra cómo velamen
 y la mitad de mi hemisferio cómo viento.