OSCURO INSOMNIO

La oscuridad,  tácita negrura
que pinta el silencio de mi insomnio
y en esa calma que me encuentro
te convierto noche a noche en
callado secreto,  pero te nombro,
y al escuchar el eco de tu nombre
resuena siendo caricia dulce
aunque duela mencionarte,
me invito  a pensarte, te imagino,
plasmo líneas al aire,
dando forma a tu cuerpo,
que de memoria lo conozco,
por las veces que entre sueños
ya pasados, me amaste sin recato,
quedan en mi memoria
cada una de las veces
que en tus brazos fui mujer-amante
doblemente apasionada,
una dependiente de tus ansias
pretendiendo a tus afanes
y la otra por amarte sin consciencia
porque mi albedrío, tu voluntad ya era,
con los ojos cerrados te miro,
te veo y  te siento tan cercano
queriendo tocarte, sesgo la caricia
teniendo libres mis manos,
más no quiero imaginar
que en brazos de otra duermes,
mientras mi cama vacía de ti
se vuelca entre fantasmas
que no me dejan dormir,
y la negra tristeza pinta nostalgias,
de un verano entre tus brazos,
ahí estamos, juagando a los amantes
sin pensar en nada, solo entregándose
pero…
La misma oscuridad que hace niebla
en mi mente hace estragos,
sola en mi cuarto deploro el calor
que me daba tu entusiasmo,
días de estío dónde no presentimos
perdición alguna ni el infortunio
de dejarnos sin querer marcharnos.