SIN INTUICIONES SÓLO TUS VERBOS

Sentir tu sutil y sagaz perspicacia 
infiltrándose  por mi ingenio, 
y atravesando poco a poco 
el cóncavo con el convexo 
de tus ansiosos deseos, 
es lasciva sensación,  
que el nombre pierde
al rezar, sin blasfemar lo que 
el cuerpo quiere y siente,  
porque regurgitando la sensualidad 
que sin tontas inhibiciones 
en verbo vuelve se convierte en libertad… 
Tan libre cómo lo que nos concierne, 
retomar cada uno de los afanes,
que en lujuriosa brega explotaron 
sin imanes, ¡Espontáneos! 
Y cuando tus emociones a las mías 
han sorbido el néctar de lo prohibido, 
es señal,  que no hay qué orar 
lo que en torbellinos se conforman,  
en nuestras pulsaciones,
y latidos retumbantes,  
lo que derramas al tocarme, 
sólo merece retomarse y hacerlas renovar, 
toda vez que las manos y los labios,
bullan meneándose inquietantes, 
buscando el lugar exacto dónde 
conciliemos al armonizar en coplas
el gemido de tu sexo en el mío,
como trova sin más voces que la libido
que se vocaliza sin deletreos