SIN OBSTÁCULOS

El único obstáculo entre los dos
es la ropa…
despojémonos de vestimentas
que impidan a nuestras manos y labios
desplazarse en libertad,
en tus líneas, en mis formas
en nuestros planos que se anidan
en una sola emoción,
en sensaciones que conjugan pasión
y locura de encontrarse,
reconociendo novedades
que alaban lo renombrado,
desvistámonos…
Sin hipocresías que opriman verdades
que en un solo tiempo dejan de ser
quiméricas fabulas que dogmáticos en recato
a la insensatez tachan,
entre nosotros no hay religiosidades,
no hay misterios que oscurezcan
ni sigilos que trepiden
la probidad de amarte, de amarme
de desearte, de desearme
de ser un solo ente
siempre que nuestra existencia cohabitamos,
todo es transparente, cálido, efervescente,
cuando nuestras miradas se atan
a las pupilas que nos guardan
a los besos que añoran
la savia segregada de los cielos
donde los alientos se amanceban,
despojémonos de lo material
así la libido será un licor
que nos embriague
con la quintaesencia de deseos,
pretendiendo emborracharse
con lisonjas que palpando las entrañas
alboroten las hormonas
que descienden y ascienden
a abismos placenteros,
desarropémonos de las telas que detienen
la agitación de nuestros cuerpos.