SÓLO IMAGINO Y ARDO

Te imagino en mí enmarañado
liado a mis piernas, tejido a mis brazos,
urdido a  mis labios,  provocando
fantasías,  que al ser ungidas
por tus besos derramarán la esencia
de lo que estás pensando,
y al ser derramadas esparcirás
el canto que trovará mis ideas
para hacer de esta oda
mil versos profanos, terrenales
y laicos, que exalten las ganas
de lo que se está causando,  
atando tus deseos como cadenas
a los recovecos más escondidos
de mi existencia, sujetándome sin más
ligadura,  que la propia extensión
de cualquier premisa que rompa
albedríos, para que emerja la ligereza
de esta locura que nos está envolviendo,  
y así sin cordura contemplar  la llana templanza
de este erotismo que se está fraguando,
desde los  ojos, las  manos, la boca y labios,
para hacer que se amolden sinuosos
deseos que suban y bajen por nuestros sexos,
haciendo con los anhelos la concavidad
que se amolde a tu lienzo…
Te imagino sorbiendo los pétalos
de la rosa  que abres haciéndolos tu alimento,
agitando a tus instintos con sólo beberlos,
y con cada sorbo producir intersecciones
en las líneas que se unen en los húmedos
mares que están fluyendo,
y queriendo hacer con tu fuego
la hoguera que clama atizar mi  incienso,
friccionas mis temblores con vibrantes
roces que arden sin remedio en mi cuerpo.