TU LENGUA

Tu lengua… músculo suave que
acaricia mi piel con frenesí,
volviéndose mi delirio…
Locura que provoca tu locura, 
exaltando al desenfreno,
que desencadena a la exaltación 
de concupiscentes deseos 
frenéticamente provocados, 
y con la pasión y la lujuria
se enlazan vulnerando a los arrebatos
que fragmenta esta enajenación
cuando  el juicio hemos dejado, 
y ahí estamos…  En brazos
cubriendo uno a unos los poros
que gritan los te amo, 
y elevas mi temperatura, 
al tiempo que el calor cubre
el aire que respiras, 
al viento que enardece…
La llama está latente…
descollando al ardor que se impone
con el  alboroto de  los ánimos, 
y se amalgama a la  lasciva humedad, 
que viertes en mis pliegues
¡Y me agitas!
¡Y me excitas! Incitando 
a mis fibras a trepidar
cuando convulso contraes 
uno a uno los movimientos 
vertidos entre mis piernas
y  la posas y la sueltas 
y la dejas infiltrarse totalmente 
en el cóncavo de los espejos, 
trasladando a mis ansiedades
al centro del reflejo que vela
con vehementes serpenteo, 
cada contoneo, que se acentúa 
al pie de mis  caderas,  con la franja 
que hechizan a mis impulsos 
para vibrar  al ritmo de las pulsaciones
que se incrementan al sentir fluir
las aguas  que corren que, 
tu  alevoso desliz está provocando.