TU PIEL HÚMEDA

Sentir la humedad de tu cuerpo,
percibir  las sensaciones que estás
sintiendo al resbalarme lentamente
con el rocío que escurre de tu lienzo,
mojarme en ti, de ti, contigo…
Frotarme en tu palpitante pecho,
con las vueltas de ida y regreso
que doy disfrutando  en tus formas
todas las veces que en mi zigzagueo,
atronó mi paso y se hace tu verbo…
Mi palabra en versos…
Y siento el ardor de tus poros hablándome,
diciéndome qué quieres, qué deseas,
 para  saberte inquieto, tocarte nervioso,
incitarte a sorber de mis manos
y  labios las fantasías que invento,
siempre que a mi imaginación provocas,
con esta lujuria que desnuda mis ansias,
si, así…
Cuando tus huellas tocan mi piel,
mi piel arde, grita al sentirte en ella,
no dudo ni pienso, sólo quiero estar
intima, en mi hábitat
plasmando el contacto de tu viento,
de tu aliento, de tu pulso y de tu oscilar
con el palpito que retumba en mis venas,
te miro y me dirijo a la toalla
que sujetas  a tu cadera, no impide ni ciega,
 me estorba…
y en tus pupilas fijo mi meta,
deslizo mis manos, la tomo y …
Despacio  te despojo de ella,
tu virilidad delante de mí,
y yo.. Soy tu presa
me haces perder el recato, te la arrebato,
te despojo de ella, destapando
las emociones que no son veda,
porque las prohibiciones no cuentan,
y los impedimentos no convienen
cuando entre tu piel y mi piel el fuego
es pasión y vehemencia sin tiempos,
tan solo queremos ser amantes
en esta quimera que es sueño
de un velamen que se apareja.